lunes, 1 de junio de 2015

TEMA:(CONTINUACION)TÉCNICAS PARA ROMPER EL CÍRCULO DEL MIEDO

5. Generemos pensamientos de acción.
Se trata de concentrarte en las posibles respues­tas a la pregunta sobre qué puedes hacer. En pri­mer lugar, haz una lista de tus miedos y, luego, agrégale una acción posible de tu parte. Por ejemplo, si yo hago este negocio, ¿qué sería lo peor que pudiera pasar? Y ahora registra las respues­tas. Lo peor sería que me quedara sin plata, lo peor sería que me echaran de casa, etc. De lo que se trata es de hacer uninventario de todo lo peor que te podría pasar y, paralelamen­te, generar pensamientos de provisión. Si me quedara sin plata, ¿qué podría yo hacer para volver a generarla? Antes de encarar un nuevo desafío que te causa temor, piensa cómo resolverías los posibles miedos que surjan. Esto es lo que lla­mamos pensamientos de acción, pensamientos de previsión. Es decir, si me sucede lo que estoy pensando que puede pasar, yo puedo hacer esto. Si me pasa esto otro, puedo poner en mar­cha este otro posible plan de acción. Entonces, en lugar de dejar que el temor aumente nuestra imaginación, comenzaremos a elaborar pensa­mientos de solución.
6. Afirmemos nuestra estima, creamos en nosotros mismos.
Detrás de todo gran miedo, hay un gran temor. Es el temor al abandono. En todos los miedos que nombramos, en el fondo hay un temor a ser aban­donados. Recuerda en qué situaciones de tu in­fancia tuviste por prime­ra vez este temor y per­dona a las personas que te hicieron sentir de ese modo. El amor es el bienmás preciado que busca­mos todas las personas y el primero que puede dártelo eres tú mismo. Por amor a ti, suelta ese recuerdo triste. Del mismo modo que tenemos miedos, podemos también dejar de tenerlos. Dé­monos tiempo y tratémonos bien, sin presionar­nos, sin pretender ser valientes en un día.
7. Finalmente, decidamos compartir nuestra vida.
El egoísmo alimenta los miedos y las fobias. Al­gunas personas viven refugiadas en su miedo, pensando sólo en sí mismas y en sus propios te­mores, y así es como los síntomas crecen en quie­nes no pueden aprender a sacar algo de sí mis­mos y compartirlo con otros.
Sin apresurarnos, debemos darnos tiempo. Tenemos tres opciones. Podemos huir y tratar de evitar la situación que nos genera temor, simular que en realidad tenemos otro problema, o enfrentarlo y superarlo. La contracara del miedo es la motivación. Pero hoy, no esperes que te motiven de afuera, motívate interiormente y, si estás atravesando una situación di­fícil, ¡anímate! Establece nuevas metas. Un hombre y una mujer que tienen sueños y proyectos no ocupan su tiempo pensando en los miedos.
Si tienes miedos, la autoridad necesaria para domi­narlos y conquistarlos está dentro tuyo, eres tú quien está en control de tu vida. Corre hacia el rugido, hacia ese miedo, enfréntalo y vas a tener la batalla ganada.








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