En esta semana Joven Verdadera respira gratitud por todos lados, hemos querido hacer un alto para enfocarnos en la importancia del agradecimiento.
Entre las jóvenes de hoy en día es muy común escuchar un lenguaje grosero con malas palabras, el irrespeto y los chistes obscenos son muy frecuentes porque “la cultura juvenil” les hace sentir tienen el derecho de expresarse entre ellas de esa manera simplemente porque son jóvenes.
Me entristezco cuando observo jovencitas cristianas copiar esta manera de actuar del mundo, haciendo uso de sus palabras y su tiempo para expresar todo tipo de vanidad y necedad. Y me causa tristeza porque recuerdo mis tiempos de adolescencia que por tratar de encajar con las chicas populares o llamar la atención de alguien decía lo primero que viniera a mi mente. Recuerdo lo mal que me hacía sentir y lo frágil que era mi identidad.
Nuestras palabras reflejan el estado de nuestros corazones.
Quizás estés donde yo estaba, pero la buena noticia es que Cristo vivió a la perfección (sus palabras fueron siempre las correctas) para que hoy podamos mirarlo a Él como nuestro sustituto delante del Padre.
Si te arrepientes de tus pecados y lo abrazas como tu Salvador no necesitarás hablar groserías ni vanidades para obtener la aprobación de nadie porque sentirás la mayor aprobación que puede existir y es la de Dios. Y en la medida en que valoras lo que Él hizo por ti estarás tan agradecida que no querrás ensuciar tu corazón ni tu boca con el pecado.
Bendiciones y paz mis amadas jovencitas.
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