miércoles, 18 de febrero de 2015

TEMA: LOS NIÑOS Y EL DIVORCIO

Qué pasa cuando papá y mamá se  divorcian?
El egocentrismo en niños pequeños hace que muchos de ellos tiendan a considerarse en estas situaciones los causantes de toda desdicha, se sienten culpables y suponen que en verdad lo son.
Aunque el secreto del conflicto entre los padres,  quede al descubierto, la situación puede ser perturbadora. Los niños y las niñas no tienen poder para modificar la conducta de sus padres, pero mediante su conducta pueden hacerles la vida imposible  y/o hacérselas a sí mismos. Algunos pueden sentir la necesidad de  atacar con furia al progenitor que según ellos,  ha traicionado la seguridad de la familia.
Los síntomas de inseguridad, las regresiones conductuales, la angustia manifiesta en el conductas tales como el aferramiento , enuresis, encopresis, llantos desmedidos, conductas agresivas,  chupeteo del pulgar, piromanía, rabietas, terrores nocturnos … de hecho, cualquier cosa que parezca una respuesta apropiada al miedo de que su familia esté a punto de ser destruida
Otro de los conflictos existentes para los niños(as)  es llegar al cuestionamiento de con quién me quedo o a quién le hago caso. A algunos niños y niñas entonces les podría resultar más fácil agruparse en torno del cónyuge abandonado, pero esta alianza puede ser muy  frágil porque uno y otro se turnan en tratar de recobrar al que se fue. Varios investigadores han tratado de comprender y medir el impacto del divorcio sobre los hijos. Todos los estudios indican que es desastroso. Los más optimistas suguieren que la mitad de los hijos de un divorcio vuelven a una vida normal cinco años después de este. Todo síntoma posible ha sido atribuido al divorcio, probablemente con razón. No es raro que el conyuge abandonado se recupere por completo, en tanto los hijos continúan bajo los efectos de la conmoción.
Los niños terminan pensando, sintiendo y creyendo que tienen que tomar partido. El problema a veces se incrementa cuando quien  tiene la custodia es el responsable de las cuestiones de disciplina y comportamiento, mientras que el otro suele traer regalos y se lleva a los niños a lugares divertidos.
Sin embargo, el divorcio muchas veces puede ser la salvación para la estabilidad de la familia, así que se debe de trabajar con ellos para eliminar todo sentimiento de culpa y poder hacerlos comprender que es lo mejor.
Una de las cosas más importantes es explicarles que la pareja es quién se divorcia, no los padres de los hijos. Es un  hecho, que  en algún momento tienden a culpabilizarse,  aunque sus padres o familiares les aseguren que no son responsables. Tenga presente que eventualmente pudieran  sentir que su supervivencia está siendo amenazada entonces sus mentes les juegan una trampa al pensar que si hubieran hecho algo diferente o mejor, sus padres seguirían juntos.
La separación de la familia  produce sentimientos de abandono, duelo y pérdida, y esto se da  independientemente de la edad. Podría ser que los niños sientan que reciben menos atención de los padres durante este periodo,  debido a que su  atención esta dirigida al proceso del divorcio y a los nuevos planes de vida. Es probable entonces que los niños respondan con conductas desobedientes, enfadadas, exigentes o depresivas.
Glick y otros (2003) en su libro Terapia conyugal familiar explica que es conveniente recordar que, al igual que muchos otros problemas, el divorcio es un proceso y no un acontecimiento aislado. Inicialmente, la mayoría de los hijos/as lo único que saben es que el divorcio es inminente. Los hijos/as no conocen realmente que significará la separación para ellos hasta que hayan vivido la experiencia, y normalmente no saben qué preguntas plantear al principio. Los padres/madres deben de hablar del divorcio con los hijos varias veces en las semanas posteriores, conforme se hacen los planes. De esta forma los niños estarán anuentes a hablar al respecto y sabrán que cuentan con tiempo para ser escuchados y tomados en cuenta, no aislados como suele suceder. Pero sobretodo se debe ser sincero y comunicar con palabras sencillas lo que está ocurriendo.
Ante una situación como esta, tome en cuenta que:
•    El divorcio suele tener repercusiones en las etapas del desarrollo de los niños/as; sobre todo a nivel emocional, por eso  es importante que busque ayuda de algún especialista.
•    El divorcio no solo es una separación o ruptura entre los padres,  sino también en  la relación con  los hijos(as) o por lo menos con sus fantasías.
•    La influencia del divorcio, el tipo de trato y el ambiente familiar que exista, va a repercutir en el niño(a); siendo este quien presenta los síntomas de la situación.
•    Los padres deben mantener al margen sus discusiones y no involucrar a los niños(as) en sus conflictos.
•    Por más razonable que ocurra la separación, los hijos siempre van a manifestar algún tipo de reacción ante lo que sucede con su familia.
•    Los niños(as) tienden a culpabilizarse de la situación, es por eso que al niño(a) se le debe de recordar que este proceso no es con él o ella; sino una cuestión de pareja.
•    Cuando los niños/as son pequeños, algunos padres tienden a ignorar su proceso, y lo tapan con la excusa de que no entiende porque es muy chiquitito(a), así que no los suelen llevar a terapia, a no ser que tenga algún problema en su comportamiento o actitud que les preocupe. Es necesario hablar sobre la situación y preguntarles  como lo van elaborando.
•     Al niño se le debe comunicar siempre la situación y hablarle con la verdad de acuerdo a su edad y a las inquietudes que este tenga.
•    Es recomendable que aunque no se presente ninguna conducta adversa el niño(a) participe en un proceso terapéutico para desahogar todos los sentimientos que muchas veces reprimen.
•    Se debe respetar y entender los sentimientos del menor aunque sea este muy pequeño y se crea que no comprende.
•    Si los padres se comprometen a darle una estabilidad al niño(a), este proceso será más fácil, para él o ella.
•    Papá/mamá  deben de tratar de ponerse de acuerdo en cuanto a las reglas y formas de crianza para así no desestabilizar más el proceso, ni dejar que surjan preferencias o manipulaciones.
•    El divorcio es de los padres, así que los hijos deben de estar presentes solo en casos que lo amerite. Importante que la casa no se convierta en un ring de boxeo.
•    Es importante cumplir  las promesas que se les hacen y procurar ser realistas con ellos.
•    La terapia es un trabajo conjunto, tanto el padre como la madre deben de estar no solo de acuerdo a que asista sino también en participar en este.
•    Nunca se debe de comparar las pérdidas, cada niño lo vive distinto.
•    El niño no solo pierde a su ”familia” sino que que  hay perdida de expectativas de que la familia seguirá unida,  de confianza, de familiaridad y de las rutinas, de seguridad, pérdida de residencia, y/o cambio a doble residencia.
•    Se debe procurar abrir espacios dentro de la familia para que ellos puedan expresar sus sentimientos, y aclarar sus dudas.




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