TEMA: DOMINGO DE RAMOS
Cuando un rey, o el
presidente de un país
visita otro país, las
autoridades y miles de
personas salen a las
calles y lo saludan con
pancartas, papel
picado, banderitas y
hasta flores. Y a veces
se sube a un automovil
descapotable muy
elegante para que
todos puedan verlo
desde lejos ¿verdad
que sí?
Bueno, algo parecido
le sucedió a Jesús. El
domingo antes de morir se dirigió con sus amigos a la ciudad de
Jerusalén. Le pidió a uno de sus discípulos que consiguiera
prestado un burrito para entrar a la ciudad. Montó sobre él y
seguido de sus amigos entró a la ciudad. Una gran multitud de
gente salió de sus casas al encuentro de Jesús. Habían oído
muchas cosas hermosas de Él, de su amor por los niños, por los
pobres, de la sabiduría de sus palabras, de que sanaba a los
enfermos.
Entonces, cuando lo vieron montado en un asno se acercaron lo
más que pudieron agitando entusiasmados ramos de palma y
olivo. Y gritaban llenos de alegría: ¡“Viva, viva. Aquí llega el Rey,
el Mesías. Bendito sea el que viene en el nombre del Señor”!
Jesús recibía estos saludos con una sonrisa humilde y mucha paz.
El burrito se portó muy bien, no protestó, al contrario caminaba
contento de llevar sobre su lomo al Hijo de Dios.
Bendiciones y paz amados hermanos.
Celebracion de la entrada triunfal de nuestro Se Maestro:
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