domingo, 17 de marzo de 2013

¿COMO CONSTRUYES TU VIDA?

La Casa del Carpintero
“Hoy tienes la oportunidad entre elegir una buena actitud que te abrirá puertas o una mala actitud que te cerrará las puertas. Tú eliges.”
Un viejo carpintero llegaba a la edad para jubilarse. Contó sus planes a su jefe de que quería dejar la construcción y vivir una vida más relajada con su mujer y disfrutar de su familia.
Echaría de menos su salario pero necesitaba jubilarse. La familia sobreviviría. El contratista lamentaba ver irse a su buen trabajador y le pregunto si podría construir una última casa como favor personal. El carpintero asintió, pero poco a poco era fácil ver que su corazón no estaba en su trabajo. Trabajaba mal y usaba materiales de calidad inferior. Desafortunada manera de acabar su  carrera.
Cuando el carpintero acabó su trabajo vino el contratista para inspeccionar la casa. El contratista dio la llave de la puerta principal al carpintero y dijo; -Ésta es tu casa, mi regalo para ti.
¡Qué susto! ¡Qué pena! ¡Ojalá hubiera sabido que construía su propia casa, lo hubiera hecho muy diferente! Ahora tenía que vivir en el hogar que no había construido bien.
sí es en nosotros. Construimos nuestras vidas distraídamente. Reaccionamos en lugar de actuar, estamos contentos con aguantar menos que lo mejor. En momentos críticos no damos al trabajo nuestro mejor esfuerzo. Así que con un susto miramos la situación que hemos creado y encontramos que vivimos en la casa que hemos construido. Si nos hubiéramos dado cuenta lo hubiéramos hecho diferente.
Imagínate que fueras un carpintero. Piensa en tu casa. Cada día clavas un clavo, pones una estantería o levantas una pared. Construye con sabiduría. Es la única vida que vas a construir. Aunque solo vivas un día más, aquel día merece ser vivido con gracia y dignidad. La placa en la pared dice, ´La vida es un proyecto de bricolaje: hazlo mismo.’ Recuerda: Tu vida mañana será el resultado de tu actitud y decisiones que haces hoy.

¿COMO ESTAS MIRANDO LA VIDA HOY? ( PARA REFLEXIONAR)

Se cuenta la historia de gemelos idénticos: uno lleno de optimismo que a menudo solía decir: ¡Todo está saliendo color de rosas! y el otro, un pesimista triste y sin esperanza que de continuo esperaba que sucediera lo peor.
Los padres preocupados por los gemelos los trajeron a un psicólogo, con la esperanza de que él pudiera ayudarlos a balancear sus personalidades.
El psicólogo sugirió que en el próximo cumpleaños de los gemelos, los padres los pusieran en habitaciones separadas para abrir sus regalos.
Denle al pesimista los mejores regalos que puedan comprar -les dijo el psicólogo- , y al optimista una caja de estiércol.
Los padres hicieron como se les dijo.
Cuando miraron a hurtadillas al gemelo pesimista, lo escucharon quejarse:
-No me gusta el color de este juguete. ¡Apuesto a que este juego se va a romper! No me gusta jugar a este juego. ¡Conozco a alguien que tiene uno mejor que este!
Atravesando de puntilla el pasillo, los padres miraron a hurtadillas y vieron a su hijo optimista, que con alegría tiraba al aire el estiércol. Se estaba riendo mientras decía:
- ¡No puedes engañarme! ¡Donde hay tanto estiércol, tiene que haber un caballo!
¿Cómo estas mirando la vida hoy? ¿Cómo un accidente que está esperando por suceder, o una bendición a punto de ser recibida?
La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo. Ellos hacen lo mejor de las cosas.
No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 4:11,13